Capri & White nace en Panamá en 2024, del corazón de una mamá que, al principio, solo quería crear un muñequito de tela para su hija… pero que, sin querer y para su fortuna, encontró en la costura un puente entre el amor, la creatividad y los sueños.

Detrás de cada pieza hay un proceso completamente artesanal que toma, al menos, ocho horas de trabajo minucioso. Desde la elección de los materiales hasta las últimas puntadas, todo está pensado para que cada muñeco sea verdaderamente único —no existen dos iguales, y eso los hace aún más especiales.

Para crearlos, se seleccionan cuidadosamente telas de algodón de alta calidad, traídas del exterior, siempre buscando las más suaves, duraderas y amigables con la piel de los niños. Cada costura se realiza con hilos de una de las mejores marcas del mundo, garantizando acabados resistentes que puedan acompañar a los pequeños en todas sus aventuras.

Cada muñeco nace con su propia personalidad, y lleva consigo una historia: la historia de lo hecho con amor, en noches silenciosas o entre las siestas de mi hija.

Detrás de cada puntada hay desvelos, pausas entre los pendientes del día a día, y un profundo deseo de crear algo con alma. Porque Capri & White también es eso: un sueño que crece al ritmo de la vida familiar, y una marca construida desde la calidez del hogar.

Creemos que los juguetes más valiosos no solo entretienen: también transmiten ternura, acompañan, consuelan y se convierten en pequeños tesoros para toda la vida.

Gracias por apoyar este sueño.

Con cariño,

Antonella 🤍